top of page

Wicked, ¿debería llamarse Woked?

La película ya se ha estrenado en cines y, de momento, la crítica está dividida entre los que la alaban y los que dicen que sólo es otro producto woke más

Frame de Barbarian

Empecemos por el principio, ¿a qué se refiere la gente cuando dice que una película es woke? El término woke nació en Estados Unidos y aunque en origen tenía connotaciones positivas por parte de sus creadores, hoy en día se usa más como ataque que otra cosa.


En el ámbito del cine, que es el que nos atañe, que se acuse a una película de ser woke significa que en ella se ha hecho uso de eso que se llama inclusión forzada, es decir, meter a todas las minorías sociales posibles de forma brusca y sin sentido ni verosimilitud.


El cine woke también es acusado de no ser más que un altavoz para ciertas ideas políticas progresistas que se consideran buenistas e infantiles, aunque lo habitual es que la crítica se centre en la inclusión forzada que mencionaba en el párrafo anterior.


Sea como fuere, ¿es acaso Wicked un ejemplo tan claro de cine woke? Pues mucho me temo que la respuesta obvia es que sí. Tiene todos los ingredientes para ello. No sólo aborda el tema del racismo y el clasismo desde la perspectiva más infantil y simplista, sino que claramente intenta meter con calzador a todas las minorías habidas y por haber.


Desarrollando este último punto, en Wicked tenemos que los padres de la protagonista son un matrimonio interracial, la protagonista es negra, la coprotagonista es latina, su mejor amigo es gay y está racializado, su mejor amiga tiene un cuerpo no normativo (es obesa), la máxima autoridad del instituto es mujer y, por supuesto, está racializada, la hermana de la protagonista va en silla de ruedas y un largo etcétera.


Frame de Barbarian

Además, tiene ese toque tan woke, y que tanto molesta a los detractores de este tipo de cine, de hacer que todos los personajes masculinos de la película sean negativos, ya sea porque son malos, tontos o mezquinos egoístas.


Para mí, el problema del cine woke no es que incluya a todas estas minorías. En mi opinión, su fallo, y lo que deberíamos criticar, es que se nota a la legua que a sus creadores les dan igual todas estas minorías. Sólo las usan para ponerse la medallita de buenas personas inclusivas.


Wicked está llena de ejemplos que lo demuestran. Para no alargarme, citaré sólo dos. Si bien es cierto que la mejor amiga de la coprotagonista tiene un cuerpo no normativo, lo cierto es que su personaje sale poquísimo, su importancia en la trama es cero y en cuanto pueden, se la quitan de en medio para que no se la vea. Del mismo modo, la hermana de la protagonista va en silla de ruedas, pero los guionistas no han hecho ni un amago de intentar dotarla de un arco de personaje o de una personalidad. Su personalidad es ir en silla de ruedas, ahí empieza y acaba toda su profundidad. Lo dicho, sacan muchas minorías, pero no se preocupan nada por ninguna de ellas.


Así que sí, Wicked es un gran ejemplo de cine woke, pero ¿acaso eso hace que sea una mala película? Y en este caso la respuesta es que no. Wicked no es para nada una mala obra, más bien todo lo contrario. En esta ocasión, sus fallos debido a lo woke de su planteamiento, no opacan sus muchas virtudes.


Nos centraremos en tres: el papel de sus personajes principales, las sensaciones que transmite y sus números musicales.


Frame de Barbarian

Empecemos con ellas dos, la pareja protagonista que lleva todo el peso de la trama. La Bruja Verde está interpretada por Cynthia Erivo y de ella sólo se pueden decir cosas buenas. Su actuación es más que correcta, pero es que cada vez que se arranca a cantar, y son muchas veces a lo largo del metraje, es simplemente una delicia. Esta chica tiene una voz potente, preciosa y virtuosa.


Da gusto como interpreta cada tema, pero si hay que destacar uno, tengo que referirme por necesidad al último de todos, el que cierra la película. Es una canción de las que marca época, de esas que recuerdas y repites en tu cabeza una y otra vez cuando estás intentando dormir esa noche. Y lo es en gran medida debido a lo buena intérprete que es Cynthia Erivo.


Y dándole la réplica tenemos a Ariana Grande. Para mí ha sido todo un descubrimiento, lo reconozco. Está magnífica con esa cara de boba que no la abandona en ningún momento del metraje. Su actuación es graciosísima y consigue que la odiemos y a la vez nos despierte pena y ternura. Un absoluto diez para ella.


Nota del autor: También sale Jeff Goldblum y eso siempre está bien. Como nos tiene acostumbrados, Jeff está excelente y tiene esa actitud tan suya de dar la sensación de que la película se la suda. ¡Cómo me gusta este tío!


Pasando a hablar de las sensaciones que transmite la película, aquí encontramos otro de sus puntos fuertes. Sí, la historia es floja y la hemos visto mil veces: chica rara que no encaja en el instituto y que tiene problemas con la chica popular. Nada nuevo bajo el sol. Eso sí, y como decía, la película consigue transmitir las sensaciones correctas. Cuando tiene que ser divertida, te ríes; cuando tiene que ser espectacular, te deja con la boca abierta; y cuando tiene que ser emotiva, te emociona.


Sí, Wicked consigue todo eso y más. Y esto, el transmitir emociones, es lo más importante de una película. Wicked no será recordada por su guion, pero sí que lo será por el conjunto de sensaciones que nos despierta con cada nueva escena.


Frame de Barbarian

Y por último, al tratarse de un musical, es necesario hablar de sus números musicales. Wicked está llena de ellos y la verdad es que funcionan muy bien, del primero al último.

La puesta en escena de alguno de ellos llega a ser apabullante. La cantidad de extras, el colorido o el excelente diseño de producción te van a dejar con la boca abierta. Garantizado.


No puedo dejar pasar la oportunidad de volver a felicitar a Cynthia Erivo y a Ariana Grande por lo buenas cantantes que son, pero es que la primera, como ya he dicho antes, se gana el cielo con su interpretación de la última canción de la película. Simplemente te deja sin palabras... pero con ganas de más.


Y ese es el último punto a favor de Wicked. Se trata de la primera parte de una saga, y es justo reconocer que al acabar te deja con ganas de más. Yo, personalmente, ya estoy deseando ver la siguiente parte. Y estoy seguro de que no soy el único.


Así que, en resumen, sí, puede que Wicked sea el nuevo producto woke del mercado, pero aún así, es una buena película. Mi consejo es que te olvides de lo primero y te dejes arrastrar por su encanto. Seguro que así serás capaz de disfrutarla.

Frame de Barbarian

bottom of page