top of page

¿Por qué todos deberíamos esperar ansiosos la nueva película de Christopher Nolan?

La espera puede ser larga, pero el tiempo nos regalará una nueva joya para la historia del cine

"Por fin llegó el día", debía estar pensando Christopher Nolan durante la madrugada del domingo 10 al lunes 11 de marzo, hora española. Es más que probable que estuviese relamiéndose los labios al ver que Oppenheimer empezaba a enlazar un Oscar con el siguiente: actor de reparto, montaje, banda sonora, actor principal...


Y eso que durante buena parte de la gala llegó incluso a parecer, por momentos, que al final no iba a ser la noche de Oppenheimer, al ver que varios premios acababan en manos de sus competidores.


Finalmente, las aguas volvieron a su cauce y Oppenheimer empezó a actuar como la apisonadora de premios que estaba destinada a ser. A partir de cierto punto, hasta Messi (el perro de Anatomía de una Caída), invitado de lujo de la gala, tenía claro que Christopher Nolan acabaría haciéndose con el Oscar a Mejor Director y con el de Mejor Película. Y así fue.


Más allá de la imagen histórica que nos regalaron dos titanes del cine, como lo son el propio Nolan y Steven Spielberg, este hecho tiene unas consecuencias que los espectadores podremos disfrutar si tenemos la paciencia suficiente.


No es ningún secreto que Nolan lleva años tratando de ganarse el reconocimiento de sus pares, cuya máxima expresión, es precisamente ganar el Oscar. Si bien siempre ha sido un director de grandes taquillas y buenas críticas, parecía que a la hora de premiar su trabajo, los jurados siempre preferían mirar en otra dirección.


Es por eso que ganar el Oscar se convirtió en una especie de obsesión para el director inglés. Prueba de ello son sus últimas películas, a saber, Dunkerque, Tenet y la propia Oppenheimer. Siguió una estrategia distinta con cada una de ellas, pero el objetivo era el mismo: alzarse con la preciada estatuilla dorada. Pues bien, ya lo ha conseguido.


Y eso es algo que sus seguidores deberíamos celebrar, no sólo porque llevara años mereciéndose este reconocimiento, sino por lo que implica de cara al futuro. Y es que sí, como reza el título de este artículo, todos deberíamos de estar expectantes ante su nueva película.


Ya ha conseguido el premio que ansiaba, ya se ha quitado ese peso que le lastraba, y ahora, por fin, puede centrarse en hacer la película que le apetece a él, y no la que cree que gustará más a los jurados de las diferentes galas de premios. Por eso su fans deberíamos estar esperanzados.


Como dije en La Cantina del Cine (el podcast que llevo con mi colega Dani y, el podcast que deberíais escuchar), no es ningún secreto que no soy el mayor defensor de Oppenheimer, pero sí que lo soy de Nolan. Creo en su talento. Y no es una creencia baladí. Creo en su talento porque me ha demostrado a lo largo de su trayectoria que es un director capaz de crear auténticas joyas del cine.


Y la siguiente lo será. Estoy seguro. Ahora que está libre de compromisos autoimpuestos, podrá hacer la película que quiere y eso supondrá el mayor regalo para los que somos sus seguidores.


Apuesto a que su siguiente película tendrá la originalidad de Memento, el carácter sorpresivo de El Truco Final, la épica de Batman, el cuidado al detalle de Dunkerque, la grandilocuencia de Interstellar y ese regusto de haber visto algo único que nos dejó Origen.


Sí, su siguiente película será una de las mejores de su carrera, y todos los que somos amantes del cine deberíamos celebrar que por fin haya ganado el Oscar, no sólo porque llevara años mereciéndoselo, sino porque este premio será el detonante de lo que está por venir. Sólo nos queda esperar... y luego, disfrutar.


bottom of page