El pasado viernes 29 de septiembre, la artista navarra publicó su último proyecto.
Hace poco más de una semana del día en el que Natalia Lacunza publicó su tercer EP, y cuarto trabajo discográfico, bajo el nombre DURO (Universal Music Spain). Un proyecto de cinco canciones, en las que la pamplonica se permite explorar nuevos sonidos, consiguiendo así cambiar de lente y enfocar todo desde nuevos puntos de vista.
La crudeza y la intimidad lírica está presente en todos los tracks, fusionando el resplandor poético de las letras con atmósferas de dreampop, halladas en perfecta simbiosis con elementos electrónicos. Escapando de las etiquetas, Natalia demuestra que puede crear bajo el sonido que ella quiera. Todo esto sin dejar de lado su esencia, haciendo brillar las canciones en cualquier contexto sonoro.
Desesperanza, esperanza, aceptación, resistencia, romanticismo o enamoramiento. Son diversos los temas tratados en el EP, pero todos ellos conforman un camino de introspección imprescindible.
Quiero saber lo que pensaré luego sobre lo que soy ahora
Intro (DURO) da inicio al trayecto. Natalia ve arropada su voz en la calidez de un piano que nos conduce hasta la introducción de unos primeros ritmos electrónicos que demuestran que esto solo acaba de empezar. El contraste sonoro evoca altibajos emocionales. El paso de una pequeña balada a un beat enérgico, recuerda al cambio de la tranquilidad emocional a la exposición total. Esta canción enfrenta la incertidumbre y la inseguridad con la resistencia, afrontando el esconderse del espejo bailando al ritmo de la electrónica.
P.D.P, abreviatura de pena del pasado, continúa el viaje del EP. El track comienza con energía desde el principio, los ritmos urbanos adornan unos sintetizadores que mantienen una atmósfera de ensueño. Lacunza pitchea su voz, exprimiendo cada matiz tanto naturalmente como electrónicamente. Es una mirada al pasado, una vista atrás en la que aceptas que no todo ha salido de la manera esperada. Un himno a hacer las paces con tu yo del pasado, respirar hondo y mantener lo vivido en la memoria con cariño.
LA PRÓXIMA introduce el reggaetón en el proyecto. Nos zambullimos en el romantiqueo, en un momento de transición. Tras una relación que no pudo ser, puede que fuera la persona correcta en el momento equivocado, tal vez no se encajaba. La pamplonica trata la necesidad, sentida absoluta tras esa ruptura, de guardar entre algodones cualquier detalle de la relación pasada. Queriendo no olvidarlo, creyendo que el amor se escapa y no volverá, llega una nueva oportunidad de enamorarse, de recuperarse de ello.
Nunca Llega 05 deja de lado los tintes urbanos y se adentra en una atmósfera con matices hyperpop. Como buscando llorar mientras das todo en una rave, Lacunza junta en esta canción una letra desgarradora con un ritmo sobre el que es imposible no bailar. El contrapunto funciona a la perfección, reforzando un tira y afloja sentimental en el que das todo pero no recibes nada a cambio. De alguna forma este track sirve de desahogo y cobijo. Saturado de tanto intentarlo, podrás llorar y bailar hasta saciarte, consiguiendo una felicidad un tanto nostálgica al terminar el track y, ¿por qué no?, ganas de intentarlo una vez más.
VERDADERO da comienzo al fin. Volvemos a escuchar la voz de Natalia sobre el colchón melódico de un piano. La canción, con una atmósfera de ensueño, consigue transmitir paz y tranquilidad sin dificultad alguna. El ritmo y la electrónica llegan al track sin problema, en un climax perfectamente acompasado que recuerda al aire chocándote de frente al correr por la naturaleza sin ataduras. En este final del viaje encontramos la auto aceptación absoluta y con ella el gran protagonista del EP, el amor propio.
Ahora es el momento de dejarme ser
Bajo los mandos de la producción del EP encontramos a Pau Riutort, que colaboró con María Vertiz en Intro (DURO), DRUMMIE en P.D.P y en LA PRÓXIMA y Kerstin Ljungström en VERDADERO; ocupándose él exclusivamente de la producción de Nunca Llega 05.
En cuanto a composición, Lacunza y Riutort hicieron equipo con Camilo Velez y Olivia Merilahti.
Visualmente, muestra una portada diseñada por Ángela Bacher protagonizada por cinco gatos de distintos colores, representando cada uno una de las canciones del proyecto.
El EP se puede encontrar físicamente en formato vinilo de 10', cuya maquetación quedó a cargo de Leti Pascual.
Con este proyecto, Natalia nos guía por un recorrido introspectivo que nos lleva a concluir que puede que no debamos ser tan duros con nosotros mismos. Debiendo así, juzgarnos menos y querernos, aceptarnos y mimarnos más.
DURO ya está disponible en todas las plataformas digitales.